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Empate del Primer Equipo ante el C.D. Móstoles.

El futbol nos depara algunas jornadas de gloria, y también otras de aburrimiento generalizado, que fue lo que sucedió en la decimoséptima jornada de liga. En el campo Municipal de San Agustín del Guadalix, donde el empate a un gol reflejó con justicia lo que se vio en el terreno de juego.

El Móstoles hizo circular el cuero desde el círculo central. Los primeros minutos fueron de dominio de los que vestían de rojo, que al minuto de partido ya habían disparado a puerta por medio de Óscar Saugar, saliendo su chut lejos de la portería defendida por Farru. Un minuto después de nuevo el veintiséis mostoleño, se internaba por la banda derecha, colocando una pelota en el área para que Ian rematase a bocajarro; luciéndose el guardameta local, que despejó el balón fuera del área. Para poner fin a cinco minutos mágicos, nuevamente Óscar Saugar botó una falta en la medular, que defendió sin problemas la defensa blanca. Tuvieron que transcurrir siete minutos para que Richi lo intentara desde fuera del área, pero su disparo lejano y sin coger, portería salió muy fuera.


El primer cuarto de hora no nos mostró más que un juego cansino por parte de ambos equipos. Los mostoleños buscaban llegar a la portería local por medio de combinaciones e internadas sobre todo por banda derecha. Por su parte, los de Urías lo intentaban con balones largos, para aprovechar que el viento estaba a su favor. El técnico sanagustinero puso en liza un sistema de juego de cuatro defensas, tres centrocampistas y tres delanteros. El mostoleño también fijó cuatro atrás, póker de medios, con Óscar Saugar algo más adelantado por banda derecha; y arriba, con gran movilidad, dos delanteros que se alternaban en la demarcación de delantero centro.


A punto de cumplirse veinte minutos desde el inicio, los de Alfonso Berenguer iniciaron una jugada por banda izquierda, perdiendo el balón cerca de la línea divisoria del terreno de juego. Cuevas en una especie de despeje-centro, envió el balón en largo a la parte izquierda de su ataque. El cuero llegó al área, y allí lo recogió Johny, que dejó que la pelota pegase un bote, elevándose. Cuando iniciaba la curva de descenso, enganchó una volea con su pierna zurda, que entró como un obús en la portería defendida por Aitor, que aunque acertó a tocar el esférico con su manopla, no pudo evitar lo inevitable.


Tras este jarro de agua fría para los de la Carretera de Extremadura, el San Agustín empezó a tocar con más intención la pelota, y los rojillos intentaron rehacerse con jugadas por las bandas. Miguelón volvió a jugar con el viento reinante, y sacó directo a puerta una falta desde la mitad del terreno de juego, haciendo caso a lo que le solicitaba la afición, saliendo el cuero rozando el larguero. Johny vivía los mejores momentos del encuentro, sus compañeros le buscaban, y el extremo se hacía cargo de la responsabilidad. Si no se internaba pegado a la línea de cal de su banda, provocaba una falta, que permitía a Miguelón intentarlo con lanzamientos de falta, y además cobraba alguna tarjeta amarilla para sus rivales.


El Móstoles, tras unos minutos de indefinición, volvió a la carga, pero se topaba con que en la defensa local estaba Agus, que apenas tenía errores, y no concedía nada a los delanteros visitantes. Luis Carlos, que junto con Ian ocupaba la demarcación de delantero centro, protagonizó, a falta de cinco minutos para finalizar el primer acto, una jugada por la derecha. Tras recoger un balón que le entregó sin querer Agus, en quizás el único error del defensa en todo el choque, se fue hasta la línea de fondo, centró al área, y el balón se paseó por la zona de definición sin encontrar rematador.


Los jugadores de casa lo tenían claro, chutar a puerta siempre que tuvieran oportunidad, porque el balón se envenenaba. Así lo hizo Richi, deteniendo Aitor apuradamente su disparo; y minutos más tarde Miguelón en una clara oportunidad, mandaba el balón a las nubes. Y no dieron para más los primeros cuarenta y seis minutos, y los jugadores se marcharon a los vestuarios, y el público a tomar un café, un caldo, o los “montaditos” de rigor.


El frio continuaba, 5º era lo que marcaba el termómetro a pesar de hacer un día muy soleado, y precisamente el juego no animaba demasiado al público como para hacerle entrar en calor. Así es que se sacó de centro, recibiendo Miguelón la primera falta, que el mismo ejecutó rápidamente con un lanzamiento al primer palo, que apuradamente lograba Aitor despejar a saque de esquina. El San Agustín seguía enviando balones largos, buscando a Losa, para que este bajara la bola; bien con la cabeza; bien con el cuerpo, preparando una segunda jugada, en algo que seguramente tenían ensayado, con el fin de desbloquear defensas muy férreas, como las del Móstoles este domingo.


Alfonso Berenguer adelantó líneas, y a partir del minuto cincuenta empezaron a complicar las cosas a sus contrarios. Ian lanzó alto un disparo, en un serio aviso para navegantes, por que poco después, cuando el reloj iba a marcar los sesenta minutos de partido, el recién ingresado Kike Vázquez hacia una jugada por el centro de su ataque. El centrocampista levantó el esférico, para que llegase a los dominios de Ian, que en carrera se adentraba en el área, ante la pasividad de la defensa local que tímidamente reclamaba fuera de juego; tocando levemente la bola, para que Farru solo puediera contemplar cómo se colaba el balón en su portería, ponía las tablas en el luminoso.


Tras este empate, el Móstoles se vino arriba literalmente, y el San Agustín acusaba el golpe, produciéndose unos minutos de incertidumbre, estando más cerca del uno a dos, que del dos a uno. Lominchar que fue el mejor jugador de los rojos, tuvo alguna que otra oportunidad de marcar, como cuando tras medio tiempo del medio tiempo remató a la portería, saliendo el cuero fuera de portería por un pelo. Rodolfo Urías dio descanso a Losa, y puso en su lugar a Fran, pasando Richi a ocupar la demarcación de delantero centro, y el diez blanco pasó a jugar de extremo derecho, y en la izquierda Johny, algo más apagado en esta segunda mitad.


Los minutos restantes se jugaron de manera insulsa por los dos conjuntos, dejando a las claras que se conformaban con el resultado; a pesar del interés que Lominchar ponía en desnivelar el partido con sendos remates, en el minuto setenta y siete y en el ochenta, que Farru despejó a córner. Cuando restaba un minuto para cumplirse el tiempo reglamentado, tras un saque de córner, blocó el esférico Aitor. El cancerbero se dispuso a poner el balón en juego, reclamando al Colegiado que le había estorbado Agus, procediendo el Sr. Sánchez Meneses a mostrarle tarjeta amarilla, que era la segunda, por lo que a continuación llegó la roja de expulsión. Esto provocó la ira del central, que le protestó airadamente, pero la decisión era irrevocable, y el San Agustín tuvo que disputar el minuto que faltaba más los tres añadidos, sin la presencia del jugador, que junto con Johny más había destacado en el encuentro.


De todos modos, tras el empate del Móstoles, prácticamente el partido finalizó, y lo que se vivió después careció de interés. Por mas que se hubiese prolongado el encuentro, el resultado previsiblemente no hubiera cambiado, reparto de puntos, y todos contentos.


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